Hay varias cosas que me fascinan de este mundo: la música, los colores, algunos paisajes...La belleza de la música es incomparable con nada y, da
unas posibilidades de expresión infinitas a una alma que necesite crear belleza.
Y, aunque cada
instrumento musical tiene su propia belleza, en este momento de mi vida, hay
dos que me atrapan especialmente : la guitarra y el cello; y, hasta podría añadir
un tercero, flauta o clarinete con una expresividad muy intensa.
Una guitarra de estudio, tiene una sonoridad y un color que no
se traducir a palabras, aunque curiosamente, es un instrumento que facilita la
producción poética, la composición… El otro día mirando mi guitarra, me venía un recuerdo lejano…
El cello es lo Profundo, me lo pido para mi próxima vida,
pues requiere un tiempo y dedicación que yo no tengo. La sensación es inigualable y sublime…es como
meditar cada día y, de pronto, dar con el WU WEI…
En esta canción, como en otras que he publicado
anteriormente ( James Taylor) ambos instrumentos nos hablan , cada uno a su
manera, unificando una canción en una experiencia única…
Esta canción de Damien Rice, un buen cantautor irlandés, nos da muestra de ello. Damien Rice fué el cantante del grupo Juniper de finales de los 90, luego se separó por motivos comerciales y comenzó una gira por europa, en bares y cafés musicales con sus propios músicos, como Vyvienne Long, que toca el cello. Su música ha sonado en series y películas , como en la famosa serie "Perdidos" o el filme "Pequeñas mentiras sin importancia"
Anllels
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