Lo que caracteriza al/a niño/a es la inocencia, la pureza y
el asombro …
Hemos perdido nuestra capacidad de asombro con la vida…hemos
dejado pureza e inocencia en el camino…es necesario regresar a recuperar las
emociones que se bloquearon en el camino por falta de escucha. Nadie escuchó
nuestras emociones más intimas y quedaron bloqueadas… a partir de ahí, nos
hacemos como mecanos, lo llamamos ecuanimidad pero en realidad es represión y
anulación de nuestra parte más espontánea…conlleva que la parte libre y
creativa se estanque…nos adaptamos al medio, al sistema…dejamos de Ser…
Es urgente el trabajo con el niño interior, rescatarlo…para
volver a ser lo que somos, el Ser que somos…
Anllels
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